Discipulos
Alina
Dicen que no eres tú quien elige la Ayahuasca, es Ayahuasca la que te elige, tal vez incluso antes de que nazcas, y ella tiene sus formas de acercarse y llamarte cuando más necesitas curación. En 2014 me sentía mental, emocional y físicamente exhausta a tal punto que perdí toda la alegría de vivir. Me sentía bastante desesperada por dentro y no sabía cómo podía ayudarme a mi misma a salir de ese estado. Cuando escuché por primera vez acerca de Ayahuasca y los chamanes del Amazonas, aunque me sonaba más como un cuento de hadas que algo que fuera de este mundo, instintivamente supe y confié completamente que ese era el lugar donde encontraría mi equilibrio en la vida otra vez. Mi primer contacto con Ayahuasca fue en 2015, sentí cómo la planta me estaba curando de maneras increíbles y pude ver fácilmente por qué la llaman Madre de toda la medicina, pero de alguna manera me decepcionó el enfoque que los chamanes tenían hacia los extranjeros. Después de la experiencia, cambié mucho, y para mejor, pero sabía que tenía que continuar con mi proceso de curación, por lo que en 2016, buscando mi camino, llegué a Sachamama. Supe de inmediato que Don Francisco era el Curandero y el maestro que había estado buscando y que Sachamama era realmente el lugar donde encontraría mi curación, y me llevó un mes darme cuenta de que no solo me gustaría curarme, pero en realidad tambien queria aprender la sabiduria que las plantas tienen para enseñarnos a nosotros, a los humanos. Estoy muy agradecida a Don Francisco Montes Shuna por haberme dado la oportunidad de aprender esta sagrada sabiduría y conocimiento, y me siento llena de asombro, respeto y amor hacia las plantas medicinales y Maestras, que creo que tienen enseñanzas muy importantes para la humanidad y su evolución, si solo elegimos escucharlas.
Pawel
Mi primer contacto con Ayahuasca fue en 2012. Un gran interés en estudiar las religiones del mundo y en buscar la vida espiritual me había llevado al chamanismo, que se remonta más allá que cualquier otra religión. El primer contacto con la planta tuvo un efecto bastante sorprendente en mi vida. Al ver los enormes efectos de la medicina de la planta y de las ceremonias de Ayahuasca en mí, decidí dedicarme por completo a estudiar el chamanismo de la Amazonía. Después de cuatro años de trabajo y investigación, y después de haber estudiado con varios maestros chamanes indígenas, tenía bastante dudas sobre si debía continuar o no mi proceso de aprendizaje. La razón de esto fue la sensación constante de ser manipulado de alguna manera por los que deberían haber sido mis maestros, así como la falta de una conexión más profunda y la confianza con respecto a los chamanes con los que trabajé. Sin embargo, decidí darme una oportunidad más y esta vez mis sueños realmente cumplieron el papel más importante. Guiado por las indicaciones recibidas en mis sueños y por mi intuición, llegué a Sachamama y al maestro Don Francisco Montes Shuña en 2016. Finalmente pude sentir que mi búsqueda se había completado y que había encontrado el lugar para mí y un maestro de confianza, y que podría comenzar el proceso de aprendizaje de nuevo. Gracias al conocimiento y enfoque de vida de Don Francisko, uno podría esperar encontrar en Sachamama Lodge el lugar para un tratamiento realmente efectivo y el soporte adecuado para un proceso de aprendizaje fructuoso.